El anuncio del gobierno de impulsar investigaciones “a fondo” e implementar medidas correctivas, tras el procesamiento por crímenes de enfermeros que revistan en un hospital público y un sanatorio privado, generan desconcierto en la ciudadanía. En primer lugar, porque se realizan con los investigados en los cargos de dirección y además, porque no imaginamos cómo son las investigaciones que no se hacen a fondo.
A la vez, se admite que se enviaron recursos humanos para la dirección del Hospital Maciel. Esto, que suena más a una velada intervención, confirma que algo estaba fallando en la atención a los pacientes.
Todo suma para que quede la sensación de que se trata de salir del problema lo mas rápido posible y sin aspavientos, lo que a todas luces es poco serio, porque se trata nada menos que de los derechos humanos y dentro de ellos la propia vida de los usuarios de un sistema, que se quiere hacer aparecer como perfecto, como si los uruguayos no supiéramos lo que pasamos cada vez que recurrimos a él, ya sea en el sector público como privado. Y en esta apreciación cae también la Asociación Española.
Sin ahondar mucho en todas las contradicciones en que cayeron los funcionarios que trataron de tapar el sol con la mano, basta con referirse a un punto: se convoca a “recomponer la confianza de los usuarios con el sistema de salud”, al tiempo que se anuncia que se recurrirá a cámaras que muestren cómo se atiende a los pacientes. Cómo, ¿tenemos que tener confianza mientras el gobierno da señales que no la tiene?
No sería más razonable que se dispusiera una intervención formal y permitir que quienes puedan aportar algo para corregir los mecanismos y los mentados protocolos no se vean sometidos a la misma jerarquía que se desempeñaba cuando sucedieron los hechos.
Por otra parte: ¿a NINGUNO se le pasa por presentar renuncia por que el tema lo supera? Hace poco este mismo gobierno echó por inoperantes a jerarcas de ASSE y ahora ¿por qué no? Es como el caso del Corralito Mutual, los usuarios denuncian, pero igual se tienen que seguir atendiendo en la misma institución que se denunció. Está claro que el gobierno no está preparado para enfrentar situaciones de crisis en la Salud, en la seguridad pública y se ve mas claro aun en la Educación; y en estos dos últimos casos los problemas no surgieron de sorpresa, ya llevan bastante tiempo.
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