jueves, 16 de junio de 2016


 
                           A 32 AÑOS DEL REGRESO DE WILSON
 
Escribe: Ing.Quimico Gualberto Mato
 
Hoy ,16 de junio se cumple un nuevo aniversario del regreso al país de Wilson Ferreira Aldunate. Regresaba el más implacable enemigo que tuvo la dictadura en el exilio; regresaba a sabiendas de que los militares lo estaban esperando para llevarlo preso.

 Así y todo volvió.

Han pasado 32 años desde  aquel histórico acontecimiento que sin lugar a dudas significó una de las más grandes demostraciones populares contra la dictadura, junto con el acto del Obelisco.

Fue El Día del Reencuentro

Reencuentro luego de 11 años de batallar en todos los foros internacionales denunciando las atrocidades del régimen militar; de ver morir a sus queridos Toba y Zelmar y escapar a la muerte milagrosamente. En fin, fueron 11 largos años luego de los cuales volvía  al Uruguay para integrarse en una columna unitaria, en el convencimiento que luego de los rotundos pronunciamientos del plebiscito del 80 y las elecciones internas del 82, ya la dictadura estaba en franca retirada y  que finalmente la conjunción de todos los Partidos,  junto a la movilización popular, contribuirían a dar la estocada final al régimen.

Pero lamentablemente tropezó con el “pragmatismo” de los demás partidos políticos que en su estrechez de miras pensaron mas en sus propios intereses (unos con el fin de ser aceptados por sus carceleros y otros para sacar ventaja por tener al adversario preso,) que en levantar la mira para lograr una salida clara y definitiva y que terminaron, al decir de Wilson, “pagando muy caro por algo que ya nada valía.” 

Después fue el propio Wilson quién tuvo que sacar las castañas del fuego y solucionar las claudicaciones en  las que incurrieron los participantes del Club Naval por no animarse a resolver los problemas de fondo. Ese fue su mayor acto de nobleza y de entrega a la causa nacional, y que terminó costándole la vida.

Hoy, con la perspectiva que da el tiempo, uno aprecia con mayor nitidez la enorme trascendencia que tuvo la figura de este gran hombre en todo aquel proceso , primero en lucha contra la dictadura pero tan o más importante fue luego cuando hubo que restaurar la democracia y olvidar viejas heridas en aras del bien de la Patria. Y aquí demostró una vez más  que era un grande, un enorme estadista siempre guiado por sus ideas que consideraba eran las mejores para el bien de toda la sociedad (y enfatizo el término toda ) sin importarle las consecuencias políticas o electorales y sin pedir nada a cambio.  

Su discurso en la última sesión del Senado en vísperas del golpe de estado, la noche del 26 de junio de 1973, marcó su accionar para el resto de su vida:

“… perdonarán que antes de retirarme de la sala, arroje al rostro de los autores de este atentado el nombre de su más radical e irreconciliable enemigo, que será, no tengan la menor duda, el vengador de la República: Viva el Partido Nacional !!”.

Vaya si fueron palabras proféticas.

Supo mirar más lejos y por eso muchas veces fue incomprendido. En definitiva, actuó siempre como un verdadero blanco.

 He visto infinidad de veces el video de su llegada al puerto. Al pisar suelo uruguayo, Wilson escoltado por los militares mira hacia el barco que lo había traído y con una amplia sonrisa  levanta ambas manos con la V de la victoria en una imagen conmovedora; luego al volver hacia sus captores, una voz ya afónica, desde el barco le grita “No te mueras nunca Wilson!!”

De alguna manera tenía razón.

 

 

jueves, 9 de junio de 2016


 Dr. Daniel Hugo Martins. Q.E.P.D
12 de julio de 1927 - 5 de junio de 2016
 
Escribe: Hugo Rodríguez Carrasco
Queremos expresar nuestro dolor de amigos y militantes del Partido Nacional ante la reciente desaparición física de este gran ciudadano.
En su juventud, fuimos testigos del primer discurso político pronunciado en la plaza pública de Paso de los Toros en un acto organizado por la agrupación nacionalista que tenía como líder al Dr. Toribio Olaso. Luego, en el correr de los años, cultivamos nuestra amistad compartiendo militancia comulgando en el mismo credo.                                                                                                           

Sirvió a la Nación a través de los cargos de responsabilidad gubernamental que ocupó en distintas administraciones públicas; y siendo Concejal Departamental de Montevideo en dos períodos, fue el jurista que Daniel Fernández Crespo eligiera como asesor para que lo acompañara en su gestión al frente de la Comuna. Fue además Ministro de Economía y Finanzas, Ministro de Defensa Nacional, Vice-Presidente del Banco Central, Docente y Catedrático de Derecho Administrativo y un eminente jurista.

Hombre de permanente trabajo e inquietudes, autor de varias obras de Derecho, la muerte lo sorprende en la tarea de plasmar su capacidad e inteligencia en una obra de su especialidad.
A este hombre, referente generacional si los había, sectores dogmáticos y sectarios integrantes de la izquierda universitaria le negaron hace pocos meses, en UDELAR,  la merecida designación de Profesor Emérito en Derecho Administrativo.


Hoy, para quienes lo despedimos con dolor en el alma, esa actitud se convierte en una condecoración para el militante luchador, defensor de la Ley y la República.

A sus familiares nuestro fuerte abrazo de COMPAÑEROS.