jueves, 27 de junio de 2013

ULTIMA SESIÓN DEL SENADO DEL 27 JUNIO 1973

Por Carminillo Mederos Galván



En memoria de mi padre quien con su presencia en la Cámara de Senadores hizo posible la última sesión del Senado la noche víspera de la disolución del Parlamento, el aciago 27 de junio de 1973.-



Senador Carminillo Mederos: "Señor Presidente: no me iría tranquilo esta noche de este recinto republicano, donde me he sentido inmensamente honrado en la representación de mi partido, que me permitió llegar a él para trabajar por los grandes intereses de la República, si no dijera lo que pienso.
Creo, señor Presidente, que en la medida de mis posibilidades físicas e intelectuales, he puesto todo lo que de mí tenía y tengo, para responder a la confianza de mis conciudadanos e, inclusive, de mis mayores que sirvieron con honor en este partido. Algunos de mis antepasados, señor Presidente, quedaron una mañana sombría, sobre el césped verde de Arbolito.
No sería digno de esos antepasados míos si no estuviera hoy aquí como representante del pueblo en este Alto Cuerpo que integro.- Los representantes que aquí estamos, frente a los que atropellan las instituciones y hacen agonizar la vida jurídica de la República, podemos decirles que a nosotros no nos amedrentan, que hemos sido y somos dignos republicanos y dignos representantes del glorioso Partido Nacional.
No me retiraría tranquilo si no dijera estas humildes palabras postreras de lo que, posiblemente, es un capítulo final de esta gloriosa y digna institución republicana.
Quiero que mañana, como muy bien decía el señor Senador Ortiz, mis hijos tengan conciencia que su padre supo cumplir, a lo largo de todo este lapso en que se ha venido atropellando a las instituciones, y que hemos estado siempre integrando la mayoría de nuestro Partido sin ninguna flaqueza e integrando, también, esa multitudinaria corriente -diría yo- popular que se compone con representantes de todos los partidos y que reclama de sus dirigentes, las soluciones a su situación afligente y que los grandes responsables del Poder Ejecutivo no han sido capaces de proporcionarlas ni lo serán, porque sin libertad, sin un Parlamento libre ejerciendo sus potestades, no podrá concebirse lo que el pueblo necesita para lograr su buena venturanza.- Posiblemente, señor Presidente, para mí sea esta la última oportunidad que tengo de hablar en este Parlamento libre y decir, como última expresión: ¡Viva la República!".


27 de junio de 1973.

miércoles, 19 de junio de 2013

¡A las urnas el domingo 23!

Muchas pueden ser las razones para que los ciudadanos nos volquemos el próximo domingo 23 a las urnas, en la jornada de adhesión para someter a referendo la ley 18.987 (interrupción voluntaria del embarazo).

La Agrupación Compañeros quiere basar su apoyo a la iniciativa en solo tres de los múltiples fundamentos que puedan existir, para así invitar a todos los orientales a presentarse a votar en esta primera de las dos instancias constitucionales que se abren.

En primer lugar, la historia nos recuerda que fue el Partido Nacional quien  permanentemente luchó por la reivindicación del derecho de la ciudadanía para tener un sistema electoral  transparente, representativo y confiable, que se constituyera en el instrumento idóneo para ejercer la democracia mediante el sufragio universal.

A partir de ello, en segundo lugar, este 23 de junio aspiramos a que se alcance el 25% de adhesiones -como lo exige el artículo 79 de la Constitución- a fin de interponer el recurso de referendo contra la ley que permite el aborto, en convocatoria que deberá realizar la Corte Electoral.
Será esa entonces la instancia del pronunciamiento final, y sea cual fuere el resultado, no será otra cosa que la sentencia inapelable del juez supremo.

            El tercer fundamento, que va al fondo del tema y que bien para muchos puede ser el primero, es la irrenunciable defensa al derecho a la vida.

      PARTIDO NACIONAL
AGRUPACION COMPAÑEROS

lunes, 10 de junio de 2013

ARTIGAS


Por Lic. Carlos Poggi Bacalario 

* ACERCA de la EDUCACIÓN y la CULTURA *
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“Formemos ciudadanos capaces de honrar el decoro de un Gobierno que, siendo justo en sus principios, debe igualmente serlo en sus resultados” (Artigas al Cabildo de Montevideo, 24/5/1816)
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La difusión y consolidación del mensaje de Artigas se realizó de diferentes formas. Tanto la poesía de Bartolomé Hidalgo como los naipes artiguistas, fueron entre otros, instrumentos educadores que contribuyeron a ello.
Los versos de Hidalgo que se escuchaban en las ruedas de los fogones, que eran repetidos en las marchas cotidianas, con lenguaje directo y simple que hacía que resultaran más atractivos, estaban impregnados del ideario artiguista y difundieron el mensaje educador del artiguismo en las masas campesinas.
Asimismo los naipes artiguistas contenían frases y asertos que también contribuyeron a la difusión del ideario del Jefe Orientales entre los pueblos.

UNA ESCUELA MODELO

Se han encontrado pocas referencias sobre la escuela artiguista de Purificación; empero, se conoce que en ella se exaltaba la alegría de la vida, la hermandad entre los coterráneos, la belleza de la naturaleza, el cariño hacia los padres y el ideal federal.
Hallamos como hechos novedosos, en primer lugar, el tratamiento bondadoso del maestro hacia el niño, por oposición con los castigos que propinaran los preceptores coloniales y, en segundo término, la integración social de indios, negros y blancos en el ámbito escolar, también opuesta a la separación mulatos y negros por parte de las autoridades españolas.

PROYECTOS de ARTIGAS

Más de cien años después de haber sido dictadas las Instrucciones de 1813, fueron encontrados, en el Archivo Histórico de Madrid, dos proyectos constitucionales artiguistas: uno para la Provincia Oriental del Uruguay y otro para las provincias federadas.
La importancia de esos dos proyectos está centrada en el esclarecimiento, conjuntamente con las Instrucciones, del orden de ideales y convicciones por las cuales luchó la revolución patria. Nunca se aplicaron.
En el provincial aparecen dos disposiciones sobre educación. El artículo 3º del capítulo 1 trata sobre educación primaria. Al respecto, el documento posee una muy clara filiación republicano-representativa. El artículo expresa claramente que el poder reside originalmente en el pueblo. Al Poder Legislativo se le asignan potestades para decidir sobre la construcción de escuelas; las mismas debían ser solventadas por los propios órganos vecinales. Aquí aparece, por primera vez, una norma general muy clara sobre el principio de gratuidad de la enseñanza pública.
También se declara “principio fundamental y esencial” que todos los nacidos “en esta Provincia precisamente han de saber leer y escribir”. Ésta es una clara referencia al postulado de la obligatoriedad de la educación primaria.
Asimismo debía enseñarse tanto “los derechos del hombre” como “el pacto social”; es decir, los derechos humanos y la configuración de los órganos políticos que hacen posible la convivencia.
En el artículo 5º del capítulo 5 aparece un severo reproche a las autoridades españolas por las trabas que estableciera en el siglo XVIII para el crecimiento cultural de América. Además llama la atención el audaz y ambicioso plan artiguista de expansión educacional en vastas áreas: ciencias, artes, gramática, filosofía e idiomas. Sorprende la inclusión de estudios como la historia natural, así como el haber pensado en crear instituciones post-escolares para enseñar agricultura y comercio.
Resulta también muy original el hecho de que hayan sido incluidos los oficios y las manufacturas como contenidos dignos de figurar en un plan de estudios de carácter superior. También era considerada la educación cívica a nivel superior; se establecía que se debería cultivar en las aulas “todo afecto social y sentimiento generoso, que acrediten las virtudes de un pueblo bien civilizado entre las naciones cultas”.
Lamentablemente, en lo inmediato, esta propuesta se vio frustrada; de haberse podido consolidar, habría cambiado el destino cultural de esta tierra. Nos queda la ilusión que las futuras generaciones tomen el formidable legado.

Lic. Carlos Poggi Bacalario