De Dr. Hugo Rodriguez Carrasco
El Partido Nacional ha pagado un alto precio electoral por acompañar las normas establecidas en la última reforma constitucional, que instituyo el ballotage (tercer escrutinio) como forma de elegir el Presidente de la República.
En primer lugar, la eliminación de la Ley de Lemas que impide la acumulación de votos a los Partidos Políticos en distintas fórmulas presidenciales,( norma que le permitiera al Dr. Luis A. Lacalle alcanzar la Presidencia de la República en el año 1990);determina la pérdida de un buen porcentaje de aporte de votos de los sectores que impulsaron otra candidatura dentro del Lema en la elección interna.
Luego el impedimento de acumulación de listas por sublema para la elección de Representantes Nacionales, limita el procedimiento más genuino de representación republicana para alcanzar una banca legislativa en representación de un sector ciudadano y desestimula esfuerzos en el plano departamental.
Todo esto fue cedido, argumentándose que un pluripartidismo existente en el País exigía que la ciudadanía pudiera expresarse en una segunda vuelta (ballotage), a efectos de conseguir la mayoría absoluta de votos que respaldara la fórmula Presidencial victoriosa. Ella, sería representativa de un plan común de Gobierno o modelo de País.
Todos los argumentos esgrimidos en oportunidad de la sanción plebiscitaria del sistema electoral que nos rige, han sido desmentidos por una realidad que hemos vivido en el plano gubernamental y en el accionar del conglomerado político que gobierna.
- El comportamiento de la Fuerza Política llamada Frente Amplio -directos beneficiarios de este sistema en los dos últimos periodos de Gobierno-ha mostrado que los sectores que obtuvieron el poder acumulando sus votos, los unió únicamente la estrategia electoral para lograrlo. Numerosos sectores de opinión, con orígenes e ideologías distintos acumularon sus votos en torno a una declaración fundacional (año 1971) de la cual hoy sólo quedan recuerdos. Téngase presente que esa acumulación de votos tiene vigencia en la elección nacional de bancas legislativas, lo que determina una ventaja más para la adjudicación de las mismas a esa fuerza política.
- Al no tener coincidencias y planificadas soluciones comunes para los problemas fundamentales que afligen a la sociedad uruguaya como la educación, seguridad, vivienda, los objetivos que se anuncian por el Frente amplio desde el Gobierno choca frecuentemente con la postura de los sectores que lo integran . Aún peor, se engaña a la opinión pública adoptando políticas improvisadas, opuestas a las propuestas electorales prometidas.
- ¿Hasta cuando los integrantes del otro 50% de la opinión ciudadana permanecerán inactivos
ante esta realidad electoral ?.¿Sus dirigentes qué opinan? ¿Qué han hecho para neutralizarla?
Son varios los caminos que podemos recorrer para disputar al Frente Amplio el gobierno en igualdad de condiciones.
Mientras estos no se pongan en marcha. Pronuncio el mea culpa, por el pecado de haber votado esa reforma.-
Dr.Hugo Rodríguez Carrasco
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