De Esteban Jardín
Recientemente se ha realizado la elección de los Consejos Vecinales y la confección del Presupuesto Participativo.
En dicho acto se elegían los vecinos que en representación de las distintas zonas que componen cada municipio, deben seguir y controlar la gestión descentralizada, y a la vez, se eligen obras que a criterio de los participantes son prioritarias.
En el caso de los Consejos Vecinales es una experiencia que data de hace bastante tiempo instalada en el periodo del Ex -Intendente Vázquez y que tubo su antecesor en las funciones que cumplían las comisiones de vecinos de los distintos barrios y mas reciente este proceso de que la gente pueda darle prioridad a las obras que consideren mas necesarias y urgentes.
No cabe duda que a la gente le gusta que la consulten y participar, eso esta fuera de discusión, la pregunta surge por que tan baja participación algo más de 70.000 personas.
En una capital del país que concentra la mitad de la población, es poco entendible a simple vista pero si se analiza con detenimiento era de esperar.
Las encuestas sobre la pésima gestión municipal, la situación desastre que se percibe en cualquier lugar de la ciudad , la voracidad fiscal, y la poca o nula prestación de servicios, hoy llega hasta el mas oficialista militante de izquierda y mas vale no hablar de la percepción del resto.
Las elecciones de los representantes sociales al BPS tuvo igual resultado, el delegado de los usuarios o trabajadores en ASSE es parecido, un exceso de “ritos sin contenido” se viene desmoronando, tanto la visión y misión. Lo que han intentado infundir cae a pedazos, hasta se evidencian las dificultades en la interna de la fuerza política del Frente Amplio (las diferencias entre el plenario, los legisladores y el P Ejecutivo, anuncios de reforma para democratizar la interna).
Calistenia a los que tenían acostumbrados muestra músculos cansados y lo peor falta de ideas e incapacidad para gestionar.
Pero lo que hoy nos preocupa es Montevideo, esta claro rompe los ojos lo que la gente pide, ya ni expectativas tiene de que le cumplan por eso no participa, no cree, el comentario mas escuchado es ¿“para que me preguntan si después no lo hacen”?.
En la mayoría de los lugares que reclaman soluciones urgentes, aunque parezca irreal,
había menos candidatos que cargos a cubrir, sumado a esto la baja votación. La conclusión es clara “ni siquiera la militancia de izquierda participa” ni ellos mismos se la creen, y a confesión de parte relevo de prueba. La declaración pública de la última reunión de la agrupación de Gobierno del Frente Amplio en la cual decían la militancia no responde, no acompaña y por esa razón endilgan el fracaso del “Plan Juntos”(que con bombos y platillos era la solución en vivienda para los sectores más carenciados).
Si esto le pasa al oficialismo, no es mejor la situación de la oposición que no se para como una alternativa creíble, y esto es lo que nos tiene que hacer reflexionar.
Llego el momento de planificar claramente nuestra estrategia que no es la de seguir la que el Frente plantea para Montevideo (centros comunales, juntas locales, consejos vecinales, municipios, presupuesto participativo) que ni ellos creen.
Debe ser la nuestra en todo sentido, propia, diferencial de lo que ha sido hasta ahora, algo removedor desde el partido hacia la gente, innovador concretable creíble y sostenible.
Seguramente el primer paso es ser creíble hacia adentro, de nuestra propia estructura, nuestros dirigentes, militantes, adherentes y votantes, si esto se concreta va a ser un espejo donde muchos quieran sentirse reflejados. Es el camino propio, no seguir los pasos de otros que le viene errando.
Para una ciudad que reclama a gritos soluciones
Esteban Jardín
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