viernes, 12 de octubre de 2012

"SIGA EL BAILE, SIGA EL BAILE, AL COMPÁS DEL TAMBORIL..


¿Qué pasó con María Julia Muñoz?

Con bombos y platillos, en mayo pasado, el gobierno de Mujica lanzó la candidatura de María Julia Muñoz para ser la Directora General de la Organización Panamericana de la Salud.
Lo hizo a propuesta del ministro de la cartera de Salud Pública, Jorge Venegas, en ceremonia en la que se juntó la flor y nata del gobierno frenteamplista, con José Mujica y el canciller Almagro a la cabeza, entre otros.
Además y en la primera fila de la platea estaba el ex presidente Tabaré Vázquez, quien poco tiempo antes había promovido a la Dra. Muñoz a la cabeza de la Comisión Honoraria de Lucha contra el Cáncer.
La propuesta de Muñoz a la dirección de la OPS, la organización regional sanitaria más antigua del mundo (110 años), fue para salirle al cruce de uno de los tantos momentos difícil que atravesó Venegas en el correr de su más que pobre gestión. Para ese entonces se había descubierto la acción criminal de un par de enfermeros asesinos, hecho que conmocionó a la ciudadanía y que se ahogó con los procesamientos de los acusados, sin que con posterioridad se responsabilizara a ninguna jerarquía funcional.
Y el “escudo comunicacional” que encontraron los “cerebros” del gobierno, autodefinido como “progresista”, fue postular a María Julia Muñoz al cargo de dirección general de la OPS, desoyendo los consejos
que provenían del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Muñoz, como recuerda la ciudadanía, se destacó por sobre todas las cosas en el “batir de parches” en las comparsas de negros y lubolos y celebrar las fiestas patrias bailando sobre la mesa de un boliche en
Israel. Del resto, o sea de su gestión política, basta recordar su errática gestión en la Intendencia de Montevideo, en la nefasta administración Arana y poco más, sin entrar a memorizar sobre episodios trágicos que la tuvieron como participante.
A último momento y realizadas algunas consultas internacionales, los funcionarios de cancillería intentaron frenar el lanzamiento de Muñoz, porque según sus sondeos los “dados estaban echados” y  los gobiernos
que recibieron el tardío pedido uruguayo ya estaban comprometidos con alguna de las candidaturas que estaban en danza desde hacía varios meses.
Lejos de parar la maquinaria de las invitaciones, los organizadores del evento respondieron a los asesoramientos que “los saladitos ya estaban comprados”, lo que en buen romance quería decir que no había marcha atrás y que solo faltaba que se habilitara el audio y llovieran los discursos con loas a Muñoz.
Y la realidad, irreversible,  golpeó a la puerta de la representación uruguaya el 19 de setiembre último, cuando -como se preveía- fue designada para el alto cargo a la Dra. Carissa Faustina Etienne, de la isla de Dominica.
La delegación uruguaya, para salvar el honor,  retiró a último momento la candidatura de Muñoz, buscando en paralelo algún arreglito que permitiera después alguna designación para algún compatriota que esté a la espera de un carguito internacional de segundo orden.
La noticia quedó en la penumbra de los despachos oficiales y el MSP optó por mirar para el costado, negándose a asumir otra “metida de pata” (una más), en el largo collar de yerros de Venegas y su equipo.
En el ámbito internacional, nuestro país volvió a quedar mal parado. Esta vez no fue por Ence, ni por Martín García, ni por Haití, ni por Pluna. Esta vez fue por seguir los caprichos corporativistas de algunas túnicas blancas.
Por suerte para Las Llamadas de los barrios Sur y Palermo María Julia Muñoz se quedará en el país, aunque -que quede claro- el festejo popular se realizará igual, aunque la “odalisca” no se cuelgue un tamboril al pescuezo.

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