ARTIGAS

Por Lic. Carlos Poggi Bacalario 

* ACERCA de la EDUCACIÓN y la CULTURA *

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“Formemos ciudadanos capaces de honrar el decoro de un Gobierno que, siendo justo en sus principios, debe igualmente serlo en sus resultados” (Artigas al Cabildo de Montevideo, 24/5/1816)

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La difusión y consolidación del mensaje de Artigas se realizó de diferentes formas. Tanto la poesía de Bartolomé Hidalgo como los naipes artiguistas, fueron entre otros, instrumentos educadores que contribuyeron a ello.

Los versos de Hidalgo que se escuchaban en las ruedas de los fogones, que eran repetidos en las marchas cotidianas, con lenguaje directo y simple que hacía que resultaran más atractivos, estaban impregnados del ideario artiguista y difundieron el mensaje educador del artiguismo en las masas campesinas.

Asimismo los naipes artiguistas contenían frases y asertos que también contribuyeron a la difusión del ideario del Jefe Orientales entre los pueblos.

UNA ESCUELA MODELO

Se han encontrado pocas referencias sobre la escuela artiguista de Purificación; empero, se conoce que en ella se exaltaba la alegría de la vida, la hermandad entre los coterráneos, la belleza de la naturaleza, el cariño hacia los padres y el ideal federal.

Hallamos como hechos novedosos, en primer lugar, el tratamiento bondadoso del maestro hacia el niño, por oposición con los castigos que propinaran los preceptores coloniales y, en segundo término, la integración social de indios, negros y blancos en el ámbito escolar, también opuesta a la separación mulatos y negros por parte de las autoridades españolas.

PROYECTOS de ARTIGAS

Más de cien años después de haber sido dictadas las Instrucciones de 1813, fueron encontrados, en el Archivo Histórico de Madrid, dos proyectos constitucionales artiguistas: uno para la Provincia Oriental del Uruguay y otro para las provincias federadas.

La importancia de esos dos proyectos está centrada en el esclarecimiento, conjuntamente con las Instrucciones, del orden de ideales y convicciones por las cuales luchó la revolución patria. Nunca se aplicaron.

En el provincial aparecen dos disposiciones sobre educación. El artículo 3º del capítulo 1 trata sobre educación primaria. Al respecto, el documento posee una muy clara filiación republicano-representativa. El artículo expresa claramente que el poder reside originalmente en el pueblo. Al Poder Legislativo se le asignan potestades para decidir sobre la construcción de escuelas; las mismas debían ser solventadas por los propios órganos vecinales. Aquí aparece, por primera vez, una norma general muy clara sobre el principio de gratuidad de la enseñanza pública.

También se declara “principio fundamental y esencial” que todos los nacidos “en esta Provincia precisamente han de saber leer y escribir”. Ésta es una clara referencia al postulado de la obligatoriedad de la educación primaria.

Asimismo debía enseñarse tanto “los derechos del hombre” como “el pacto social”; es decir, los derechos humanos y la configuración de los órganos políticos que hacen posible la convivencia.

En el artículo 5º del capítulo 5 aparece un severo reproche a las autoridades españolas por las trabas que estableciera en el siglo XVIII para el crecimiento cultural de América. Además llama la atención el audaz y ambicioso plan artiguista de expansión educacional en vastas áreas: ciencias, artes, gramática, filosofía e idiomas. Sorprende la inclusión de estudios como la historia natural, así como el haber pensado en crear instituciones post-escolares para enseñar agricultura y comercio.

Resulta también muy original el hecho de que hayan sido incluidos los oficios y las manufacturas como contenidos dignos de figurar en un plan de estudios de carácter superior. También era considerada la educación cívica a nivel superior; se establecía que se debería cultivar en las aulas “todo afecto social y sentimiento generoso, que acrediten las virtudes de un pueblo bien civilizado entre las naciones cultas”.

Lamentablemente, en lo inmediato, esta propuesta se vio frustrada; de haberse podido consolidar, habría cambiado el destino cultural de esta tierra. Nos queda la ilusión que las futuras generaciones tomen el formidable legado.

Lic. Carlos Poggi Bacalario