Montevideo que feo
te veo
Montevideo es una ciudad sucia, llena de residuos que no se
levantan con carritos que intentan suplir a los recolectores municipales
generando graves inconvenientes
sanitarios y de circulación vehicular.
La tracción a sangre fue prohibida en la década del 50 cuando se optó por la automotriz. Una
serie de inconvenientes produjeron aquel cambio que nadie discutía. Era el
progreso.
Hoy volvieron los pobres caballitos. Son todos flacos, desnutridos y brutalmente exigidos, dando
esa imagen que deprime a quienes los observan.
¿Cómo superar el problema?
Solo existe un camino: la duplicación diaria de los
servicios.
¿Cómo es esto?
Pasando dos veces para vaciar los mismos con tenedores, se
desalienta la informalidad y se evitan conflictos.
Es más viable exigir a los vecinos colocar los residuos en
determinados horarios, una o dos hora antes del pasaje del camión recolector,
que intentar perseguir y capturar los carritos.
Ya no tiene la
Intendencia de Montevideo personal hábil
para dicha tarea. Recordemos que manejar un carro guarda relación con
ese caballito flaco y desnutrido que puede llegar a ser un gran dolor de cabeza
para los inspectores que tan solo reconocen los petisos del Parque Rodó.
Por las calles de
Montevideo
Si el mayor índice de muerte
corresponde a los accidentes de tránsito que involucran a los jóvenes, bien vale la pena rever las normativas y generar
nuevas acciones para revertir este flagelo.
La ciudad de Montevideo tiene más de 35.000 cuadras pero no dispone de personal para generar una
vigilancia adecuada acorde con sus responsabilidades.
Los inspectores de tránsito son tan solo suficientes para
los controles de patentes de rodado en
horarios diurnos, ubicándolos en los cruces estratégicos de la ciudad.
Todo lo demás está en
el debe. Nadie instruye a los Inspectores y ellos siguen desplazándose por la calle aceptando normativas no válidas.
Actúan como peatones pero se equivocan al
suponer que el uniforme los salva cuando caminan conversando con su compañero por las calles de Montevideo.
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