Por Esteban Jardín
No es una buena noticia, porque afecta mas a los que tienen menos. Se trata del aumento en los productos que integran la canasta básica (alimentos, bebidas, salud, vivienda, tarifas públicas).
Es la mayor
suba mensual de precios desde el año pasado, que lleva a que la inflación se aleje de la meta prevista por el gobierno, y que se puede comprobar -en el día a día- en las góndolas de los supermercados y almacenes barriales.
En forma paralela la caída del dolar complica la competitividad de nuestros productos en el exterior, con lo que se afecta a la producción nacional de la que se arriesga su rentabilidad.
A este panorama hay que agregarle la crisis que viven las principales economías del mundo.
Lo increíble es la ineficacia del gasto público y la insistencia en destinar dineros a lo superfluo, como son los viajes en misiones oficiales.
En forma paralela la caída del dolar complica la competitividad de nuestros productos en el exterior, con lo que se afecta a la producción nacional de la que se arriesga su rentabilidad.
A este panorama hay que agregarle la crisis que viven las principales economías del mundo.
Lo increíble es la ineficacia del gasto público y la insistencia en destinar dineros a lo superfluo, como son los viajes en misiones oficiales.
A todo esto el presidente del BROU, Fernando Calloia, mostró por TV la maqueta de su
proyectada obra faraónica (la que un amigo define como "Lombardista", en alusión a la Torre de las
Comunicaciones) para ampliar la sede central del “banco país”.
“Se paga en
cuatro años y con la utilidad del banco” dijo el jerarca de la Institución, que
lucra con la tasa de los prestamos de la ex Caja Nacional a costas de trabajadores y jubilados, de los intereses a créditos para la
industria y el comercio y que destina dineros a manos llenas a la publicidad oficial.
Ese es el
criterio de los funcionarios de la administración frenteamplista de los entes monopólicos:
galopar en la ostentación, en vez de privilegiar el gasto en educación , salud, seguridad o vivienda entre otros.
Y a no
confundirse: cuestionamos ese tipo de gasto innecesario y faraónico.
Nadie pide, ni se nos ocurre hablar de bajar el gasto en políticas sociales. Al contrario, frente a una inflación que pasa a
preocupar, se deben preservar los planes de ayuda, que son los principales afectados en este momento.
Cabe recordar que no hay mejor política social que una buena política económica.
Cabe recordar que no hay mejor política social que una buena política económica.
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